Cuando me propusieron colaborar en un proyecto para la Diputación de Cáceres, supe que sería algo especial. Esta iniciativa, enmarcada en la creación de la ruta senderista más grande de Europa, tenía un significado profundo: unir España y Portugal a través de sus aldeas históricas, su paisaje y su gente.

No trabajé solo. Amaranta, vecina de la Sierra y amiga, aportó su talento como ilustradora, creando los diseños que dieron vida a las mochilas y libretas. Yo me encargué de estamparlas a mano, utilizando sellos y técnicas que conectan con lo que soy: alguien que cree en lo hecho despacio y con las manos.

Este proyecto no es solo una colaboración; es una manera de compartir el amor por esta tierra, de devolver algo a los caminos que nos unen y a las personas que los recorren. Cada mochila, cada libreta, está pensada para acompañar a los senderistas en sus rutas, llevando consigo un pedacito de esta sierra que tanto nos da.